lunes, 30 de enero de 2023

NEO UFOLOGIA – El árbol no deja ver el bosque






NEO UFOLOGIA – El árbol no deja ver el bosque.

Por Alberto Brunetti

La verdad es un molde, es un diseño

que rellena mejor quien más delira…

¿que la ciencia es brutal y que no sueña?

¡eso lo afirma el asno que la enseña!

(Sin Tregua, Pedro B. Palacios “Almafuerte”)

En la actualidad, hay infinidad de páginas, canales de video, audiotecas, etc. dedicados a este tema.

Se habla demasiado, tanto que sería la envidia de los pioneros del siglo pasado cuya divulgación en hojitas mecanografiadas llegaba a pocas personas y demoraba bastante tiempo el ida y vuelta.

Jamás hubiesen imaginado que una información en segundos podría dar la vuelta al mundo y ser vista en simultáneo en millones de pantallas y países.

Se habla tanto hoy, que la calidad informativa ha pasado a segundo plano. Lo que parecía erradicado ha vuelto a la palestra. Se han vuelto a mezclar las aguas, desconociendo los años de esfuerzo en el pasado para depurar la calidad informativa. De nuevo, como en aquellos tiempos oscurantistas, han vuelto a convivir la Biblia y el Calefón como en el tango de Discépolo. (1)

El sueño de aquellos pioneros no tuvo en cuenta que la otrora anhelada pluralidad de voces, no siempre sería sinónimo de calidad. De ninguna manera previeron que la multiplicación de la información también aumentaría exponencialmente la de la tontería y la propalación del rumor.

Allá por 1975 una magistral editorial de la revista argentina Ovnis, un desafío a la ciencia decía:

“El fenómeno Ovni es una realidad física anómala que debe abordarse con un riguroso criterio metodológico que permita profundizar científicamente las particularidades de su naturaleza última. Esta afirmación suscita otra de sentido antinómico, traducible en términos de un necesario rechazo a toda difusión apresurada de hechos flamantes, supuestamente relacionados con el tema. En nuestro caso, la objetividad y la amplitud de prueba están reñidas con la primicia, sinónimo de ligereza y de estrechez documental. Esto no sucede en otros campos del periodismo, en donde muchas veces pueden conciliarse la seriedad y la agilidad informativa, en atención a la propia naturaleza de los hechos relatados. Pero en el terreno ufológico no ocurre lo mismo. Quien pretenda afirmar lo contrario ignora por completo los múltiples aspectos involucrados en el problema, ya que el análisis pormenorizado del mismo exige el concurso de numerosas disciplinas técnico-científicas.” (2)




El gusto por el impacto antes que por la objetividad. La falta de conocimientos y contenidos por sobre la fundamentación. El rumor por sobre la comprobación. Esta es la perspectiva dominante del presente de las redes sociales y medios comunicacionales. Pero de esto ya me he ocupado en mi artículo titulado 2021 – Argentina en la posverdad ufológica. (3)

Hoy es otro el tema que me mueve a escribir.

Las líneas argumentales que se discuten no solamente soslayan la mayoría de las variables de estudio que los hechos nos ofrecen, sino que han dejado olvidado el tratamiento sistemático de los datos que podrían dar sustento a las mismas.

El resurgimiento de pensadores y teorizadores más o menos coherentes con interminables devaneos filosóficos sobre si OVNI es igual a UFO, si IFO es más correcto que UFO, si UAP es mejor que UFO, si ET es mejor que Mork (4) o si Mothman (5) es pariente de Alf. (6)

O si, una raza reptiliana está intentando controlar el gobierno del mundo para aniquilar a los Hermanos Mayores que décadas atrás preparaban a un grupo selecto para salvar a la Humanidad y los ufólogos tradicionales no son más que reptiloides encargados de la destrucción generando una anarquía entrópica. (7)

O si, el recuerdo de vidas pasadas es mejor que los viejos encuentros programados para contactarse con energías que por ahí pululan y de seguro vienen de una civilización tecnológicamente y espiritualmente más avanzada que no sé qué.

O si, la paraufología es mejor que la psicosocial o la Nouvelle vague. Y si es de ahora o fue creada en los noventa y modernosamente algunos neófitos se arrogan su autoría con nuevos nombres.

O si, los viejos ufólogos se quedaron en el pasado romántico y es mejor el fenómeno de hoy que los viejos platos voladores.

O si, es más verdad una perspectiva latinoamericanista que algo hecho en Yanquilandia, dado que no puede ser bueno algo solo porque fue gestado en el país de los cucos imperialistas, y, como se sabe, estos siempre tienen intereses ocultos en cada cosa que hacen.

O si, los ingenios de tuercas y tornillos se transformaron en plasmas giratorios primero, en pseudo hologramas después,  y,  posteriormente en estímulos que provienen de Mongo Aurelio. (8)

O si, los humanoides se volvieron grises petizos cabezones y resulta que en realidad ahora son primos y parientes del Pombero (9) que evolucionaron en una lógica neodarwiniana que se encarga bien de ocultar un dejo espiritualista debajo de la alfombra.

O si, la realidad que creíamos realidad no es tal sino producto de sustancias secretadas por nuestros órganos exacerbados por la sociedad de consumo que nos hacen vivir en un escenario virtual como modernos avatares, donde no sabemos si caminamos, vivimos, o si el vecino de al lado es él o es un chamán encarnado. Ojo, también podría ser un demonio, ¿qui lo sá?. Demás está decir que en una realidad tan relativa no nos sería posible distinguir un OVNI del dólar blue. (10)

O si, Elizondo es un charlatán, un doble agente o un desinformador entrenado. Por las dudas hay que mostrarlo como un showman con luz frontal de arriba a 45 grados con fondo oscuro y música de Blink 182 (11) sonando de fondo.

O si, en el Rancho Skywalker se hicieron descubrimientos que harían palidecer el folklore del Área 51.

O sí, los metamateriales van a reemplazar a nuestra minería y así nos mandaríamos de una a verles la jeta (12) a los ET que aunque ni rastros de ellos haya, ya varios dan por sentado que existen.

O si, de haber existido Bob Lazar seguro que él tiene más verdades que Donald Keyhoe, Mc Donald. Hynek y Aimé Michel juntos. Ah. y eso sin mencionar que Garry Nolan le pidió prestado un libro a Kripal y no se lo devolvió.

O si, Juan Pérez en lugar de un encuentro inusual tuvo una iniciación tribal arquetípica que le hizo espantar el caballo.

O si, Dionisio Llanca fue torturado y desaparecido por un comando parapolicial de viejos ufólogos y un abnegado equipo de reparación psico temporal lo hizo aparecer en plena pandemia para que haga catarsis mediática.

O sí. la vieja ufología es patriarcal, misógina y reniega de los LGBTQ+.

O si, los testigos ya no son tales, sino que se han convertido en experimentadores (como si ese neologismo los fuera a diferenciar de los viejos contactados para darle un aura de seriedad a la cosa)

O si, tenemos un inefable Illuminati en nuestra comisión oficial que se cree tan pero tan bueno para resolver casos que le detectan cinco aviones furtivos en el patio trasero y como le parece que es una bandada de aves sigue durmiendo.

O si, los barbados personajes reúnen más de 20 personas en las mesitas del café de la esquina, se ponen a divagar al punto que al mediar el tercer cortado se envalentonan creyendo que están investigando.

Ahhh, pero paren las rotativas… mejor dicho, paren el algoritmo, también hay que decir que hoy tener una banca participativa sin tener demasiado que decir en las Naciones Unidas parece ser que aportará más verdad que la que se discutió en ese foro allá por fines de los 70 donde los ufólogos eran incipientes, formales y más afectos a las ciencias tradicionales y, por tanto, seres de mentes más cerradas.

Todo este anecdotario se lee y escucha en páginas y páginas sobre OVNI. Y, en el medio, la ausencia de metodología, la ausencia de análisis. La ausencia de los verdaderos datos.

Se aventuran cifras y porcentajes de casos con determinadas características porque sí, porque algún “viejo maestro” así les dice a sus pseudo alumnos. Pero, no lo vayan a contradecir. Al fin y al cabo, si dudan les muestra las fotos con los pies en el barro en algún lugar de algún pueblo. Eso sí, nunca les muestra los datos, nunca les muestra los análisis. Nunca les enseña los métodos ya que nunca los ha aplicado.

Por otro lado, los aprendices de negadores se ufanan de que un altísimo porcentaje de casos son confusiones con fenómenos convencionales. Y los que no la tienen son un ínfimo y despreciable porcentaje que seguramente en un futuro no muy lejano la tendrán. Así que para ellos la totalidad de los sucesos tienen una explicación convencional. Ahora digo yo… si ya resolvieron el enigma… ¿Por qué siguen pasando los años y siguen en los medios hablando de lo mismo? ¿por qué no abandonan el ambiente OVNI que es tan repulsivo?

También están los que dicen que los casos aumentan o disminuyen históricamente según su gusto, interés o tendencia.

Lo cierto es que nadie o casi nadie realiza y mucho menos muestra trabajos estadísticos que pudiesen fundamentar estas afirmaciones, Simplemente son dichos con dudoso respaldo real. Son meras especulaciones. Son procederes pseudocientíficos, aunque algunos de los que los pregonen tengan títulos científicos.

Lejos quedó la década del 70 y parte de la del 80 donde solían publicarse meticulosos trabajos estadísticos sobre diversos aspectos de los OVNI. Trabajos que podían ser reproducidos, chequeados y puestos a prueba.

Las grandes contribuciones a la investigación OVNI siempre fueron de la mano de estudios estadísticos, nunca de la vacía diatriba de los personajes de turno o de moda.

Toda ciencia fáctica (basada en hechos) necesita de la herramienta estadística. Si la ufología pretende ser ciencia, debe utilizar la estadística.

Tomar como única evidencia la fotito y el video es tan parcial como extrapolar al fenómeno global lo que resulta de un solo caso particular por muy bien investigado que este haya sido. Desconocer la entidad de los testigos es como pretender que un instrumento toque música sin ejecutante.

El árbol no está dejando ver el bosque.

El desconocimiento de los basamentos ufológicos, el desconocimiento de la historia ufológica, el enfoque sentimental de los casos, el discutir la teoría conspiranoica de turno y la explotación sentimentalista de los testigos e incluso la negación de los mismos, ha generado un frondoso árbol que está tapando el cúmulo de datos.

Se está perdiendo de vista que afrontamos un fenómeno complejo que requiere el abordaje interdisciplinario y completo.

A ver si además del árbol volvemos a mirar el bosque. A ver si incentivamos a las nuevas generaciones el gusto por la metodología de trabajo en lugar de mostrarles cómo nos sale menos papada ante las cámaras o cómo ganar seguidores en las redes.

A ver si podemos volver a decir con orgullo la expresión del olvidado periodista Frank Edwards: Los OVNIs son “un asunto serio”.

Alberto Brunetti, © Enero 2023



NOTAS

(1) «Cambalache» es un tango argentino compuesto en 1929 por Enrique Santos Discépolo. En una de sus estrofas dice:

Igual que en la vidriera

irrespetuosa

de los cambalaches

se ha mezclao la vida,

y herida por un sable sin remache

ves llorar la Biblia

junto al calefón.

 

(2) Revista OVNIS, un desafío a la ciencia - Mayo-Junio 1975 - Editorial titulada "Primicia vs. Objetividad"

(3) Brunetti, Alberto, "Editorial - 2021 – Argentina en la posverdad ufológica." Publicado el 05/01/22 en el blog OVNI: Tribulación fáctica. Ver enlace: https://catraka.blogspot.com/2022/01/editorial-2021-argentina-en-la.html

(4) Mork & Mindy fue una comedia de situación emitida entre los años 1978 y 1982 por la cadena estadounidense ABC. Creada por Joe Glauberg, Garry Marshall y Dale McRaven. La serie mostraba a Mork (Robin Williams) como un ser extraterrestre que llegó del planeta "Ork" por órdenes de su líder "Orson". Mork aterrizó, en su nave con forma de huevo, cerca del poblado "Boulder" en Colorado donde conoce a una joven estudiante universitaria llamada Mindy (Pam Dawber). Ella le da alojamiento en su apartamento donde Mork va aprendiendo sobre la conducta humana y da reflexiones sobre ella. Al final de todos los episodios Mork contacta a Orson para informarle sobre su aprendizaje en la Tierra. Fuente: Wikipedia.

(5) El mothman, en español hombre-polilla, también denominado en otros contextos hombre-búho, es un supuesto ente humanoide de enorme estatura y aspecto parecido al de una gigantesca polilla o búho. Sus apariciones coinciden supuestamente con observaciones de ovnis o con la presencia de otras criaturas, incluyendo los hombres de negro. También se le ha relacionado con la inminencia de grandes catástrofes, siendo a veces definido como un «heraldo de desgracias y muerte». Fuente: Wikipedia.

(6) ALF es una telecomedia estadounidense que se emitió originalmente por la NBC entre el 22 de septiembre de 1986 y 24 de marzo de 1990. ALF, del inglés «Forma de vida Extraterrestre», y "Amorfismo Lejano Fantástico" en el doblaje al español. Alf era un ser que había nacido en el planeta Melmac. Huyendo de su planeta que estaba a punto de estallar (producto de que todos los habitantes de Melmac enchufaran la secadora de pelo al mismo tiempo), ALF viaja perdido por el espacio durante un año hasta que sigue una señal de radio proveniente del planeta Tierra, estrellándose en el techo de la cochera de los Tanner, una familia de clase media de los suburbios quienes lo adoptan como de la familia y esconden de servicios gubernamentales que conocen su existencia y quieren capturarlo. Fuente: Wikipedia.

(7) Los reptiloides, reptilianos, hombres lagarto o draconianos, son reptiles humanoides imaginarios que tienen un papel destacado en la literatura fantástica o de ciencia ficción, la ufología y en teorías de conspiración contemporáneas. Fuente: Wikipedia.

(8) "Mongo Aurelio" es un nombre usado en el lenguaje popular argentino para designar a alguien supuesto, que en realidad no es nadie en particular. Alguien que no existe.

(9) El Pombero o Pomberito es un duende de la mitología guaraní, que supuestamente habita en los bosques del noreste de Argentina (Misiones, Corrientes, Entre Ríos)

(10) El dólar blue, dólar paralelo o dólar negro, es un eufemismo que se utiliza en Argentina para referirse al dólar estadounidense comprado ilegalmente en el mercado negro. Suele tener un tipo de cambio que se encuentra muy por encima del dólar oficial. Fuente: Andbank

(11) Blink-182 es una banda estadounidense de pop punk, formada el 2 de agosto de 1992 por Tom DeLonge Fuente:Wikipedia.

(12) Palabra del lunfardo que es sinónimo de cara ó rostro.

(13) Frank Edwards nació en Mattoon (ciudad en el condado de Coles, Illinois, Estados Unidos) el 04/08/1908 y murió en el 23/06/1967 a la edad de 58 años. Fue periodista y escritor autor de varios libros sobre el tema OVNI. En particular uno de ellos titulado: "Flying saucers - Serious Bussines" cuya traducción es "Platillos voladores: un asunto serio". Libro que fuera editado en el año de su fallecimiento.


2 comentarios:

  1. Muy cierto lo dicho en el informe especialmente lo siguiente. Se está perdiendo de vista que afrontamos un fenómeno complejo que requiere el abordaje interdisciplinario y completo.

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    Respuestas
    1. Es mi humilde opinión. Por eso el título del artículo.

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